Yohana Hernandez, profesional del Jardín Infantil Frutillita, es una de las nueve finalistas del Global Teacher Prize Chile 2023 gracias a su metodología pedagógica que combina desarrollo socioemocional y conciencia ambiental.
FRUTILLAR, 26 Septiembre .- Con 20 años de trayectoria y un enfoque pedagógico centrado en el “Buen Trato”, la educadora de párvulos Yohana Hernandez representa a la Región de Los Lagos como una de las tres finalistas en la categoría de educación parvularia del prestigioso Global Teacher Prize Chile, reconocimiento considerado el equivalente al Nobel en el ámbito de la enseñanza.
La profesional, que ejerce en el Jardín Infantil Frutillita de Frutillar, llegó a esta instancia final tras un proceso de selección entre 200 postulantes de su categoría. En una entrevista radial, Hernandez compartió la filosofía que guía su trabajo: “Cuidar de mí, cuidar de ti, cuidar del mundo”, un lema que estructura todas sus actividades en el aula.
Estrategias innovadoras para formar mejores personas
El sello de Yohana Hernandez son las “7 Estrategias Educativas del Buen Trato”, herramientas prácticas y de bajo costo que ha desarrollado a lo largo de una década. Entre ellas destacan:
- El Árbol del Buen Trato: Incluye una conmovedora actividad de “videollamada” donde los niños contactan a un familiar para expresarle cariño, fortaleciendo los vínculos afectivos.
- El Corazón de Woody: Utilizando un muñeco del personaje de Toy Story que simula estar “herido”, los niños lo llevan a sus casas para cuidarlo, fomentando la empatía y el respeto por los objetos.
- Planetín y Tronquito: Personajes que, de manera lúdica, enseñan sobre conciencia ambiental.
- La Maleta Viajera: Incentiva a los niños a explorar su comuna y compartir sus hallazgos con el resto del curso.
“Creo profundamente que los pequeños aprendizajes de buen trato pueden trascender en el corazón de cada uno de los niños a futuro y perduran para toda la vida”, afirmó la educadora.
Resultados tangibles y un llamado a la innovación
Hernandez asegura que su metodología ha logrado resultados concretos, como una mayor concentración en los niños, una mejor asistencia y la capacidad de resolver conflictos de manera autónoma. Bajo la máxima “Escuchamos pero no juzgamos”, su sala se ha convertido en un espacio seguro donde los errores son oportunidades para aprender.
La educadora hizo un llamado a sus colegas a innovar y no rendirse: “El buen trato es una semilla que se implanta en el corazón de un niño y perdura para toda la vida. Con pequeños recursos se pueden lograr grandes cambios”.
Tras destacar la importancia del trabajo en equipo y el apoyo de las familias, a quienes mantiene informadas mediante el uso estratégico de la tecnología, Yohana Hernandez se prepara para la ceremonia final del premio, que se realizará el 4 de noviembre. Sin embargo, ella ya se siente ganadora: “Gané cariño, gané reconocimiento. Eso es impagable”.
Su historia demuestra que desde las aulas de comunas como Frutillar se forjan proyectos educativos de excelencia que impactan positivamente en las futuras generaciones.






